Fue el despertador de las conciencias de la afición y del Club para darse cuenta de que Soria podía tener un equipo en la élite del fútbol. Para cumplir el objetivo, Basile le pidió a Maradona que volviera porque el equipo lo necesitaría para clasificar a la Copa. Fue una negociación complicada debido a la existente «lucha de egos» entre el astro y otros integrantes del plantel, aunque Maradona finalmente aceptó y voló a Sídney para iniciar lo que fue su última etapa vistiendo la celeste y blanca.