El 2 de mayo, Turín se consagra campeón del Fútbol Italiano por cuarta vez consecutiva y con el como protagonista, ya que el 23 anotó el gol del título al minuto 31′ de cabeza en el triunfo de visita por 1-0 sobre Sampdoria, bajando la estrella 31 para la Vecchia Signora. También consiguió otros logros destacados, como encadenar tres ligas consecutivas (igualando a Johan Cruyff) y ganar la cuarta Copa de Europa.